El colombiano Antonio Cervantes 'Kid Pambelé' ostenta la marca de 21 peleas por el título mundial, en su mayoría defensas. Muchas de ellas, catologadas como de los mejores combates para la categoría de los welter junior en la historia. 

Sin embargo, hay una que guarda especial crédito entre los aficionados. Fue la pelea de 4 de diciembre de 1973 en la ciudad de Panamá, cuando se midió al japonés Lyon Furuyama.

El combate fue algo completamente exótico para la época. Nunca antes estas dos naciones, tan alejadas una de la otra por la disancia, la cultura y las forma de ser de sus habitantes, habían reñido por un título del mundo. 

Según recuerda la web especializada boxeodecolombia.com, que en compañía de Mpsports1.com, que dirige el periodista Marco Pérez Zapata, que ahora emitirá el programa Invencibles que antes era televisado por Telecaribe, "sobre el ensogado, el palenquero conectó combinaciones de golpes que no hicieron daño alguno en su contrincante".

Esta situación llevó a que 'Pambelé' sacara de su repertorio una faceta nunc antes vista: "Cervantes empezó a mostrar un boxeo rico en técnica, un hecho sin precedentes en un peleador que se había caracterizado por un estilo irreverente sobre las cuerdas. Al final, ‘Kid Pambelé’ se quedó con la victoria en las tarjetas: 149-141, 147-141 y 148-140".

El combate al final no estuvo excento de la polémica, pues por meses el bolivarense se negó a darle la revancha al japonés, a pesar de que el duelo fue cerrado y se le calificó como la defensa más complicada de las que tuvo 'Pambelé' en sus inicios.

Los peleadores revivieron, golpe a golpe, este famoso enfrentamiento y confesaron sus sensaciones tras la pelea en un video que es un valioso téstimonio de la historia del boxeo, no solo del país, sino del mundo.